Ciudad Pegaso

Arquitectura en Extinción
Ciudad Pegaso, una utopía franquista en Madrid

© Alfredo González
Abandonada durante décadas, una de las fantasías del franquismo, Ciudad Pegaso, recupera poco a poco el pulso. Concebida como un espacio autárquico al norte de Madrid su arquitectura nos sigue fascinando.
Por Itziar Narro en Revista Architectural Digest (www.revistaad.es)
12 agosto 2020
Ciudad Pegaso se construyó en el barrio de Rejas de Madrid en 1956 a mayor gloria del Movimiento y de la fábrica a la que pertenecía, Enasa. Fue una de esas utopías autárquicas que no acabó de funcionar, pero que sin embargo nos dejan un ejemplo muy interesante de urbanismo y arquitectura social de los 50 y 60. Sus casas perfectamente diferenciadas según el nivel social de sus dueños, sus azulejos con el logotipo corporativo, sus pequeños comercios... Todo en este barrio olvidado de la capital merece una segunda lectura. Aquí los datos.
Su razón de ser
Ya lo había hecho Albert Speer, el arquitecto de Hitler, en Wolfsburgo (Alemania) para la Wolkswagen. Y se quiso repetir aquí con una de las joyas de la corona, la fábrica Enasa, madre de los famosos camiones Pegaso que dieron nombre al proyecto. Se trataba de construir una ciudad en la que viviesen los trabajadores de la empresa sin necesitar salir de ella para nada. Así, en 1956, Francisco Bellosillo y Juan Bautista diseñaron la primera fase de esta urbe con 569 viviendas, la Plaza de San Cristóbal, la única a la que se le dio un nombre y no un número, una iglesia, un economato y un colegio. En 1961 se completó el urbanismo con casi 800 casas más, una Residencia para los Ingenieros y un Centro Deportivo. Solo un tranvía, y más tarde la línea de autobús 77 unían este barrio con el exterior. Las calles, los edificios y hasta las aceras estaban marcados con el logotipo de Pegaso y numerados del 1 al 11.
© Alfredo González
Diferencias sociales y respetabilidad
Las viviendas, eso sí, estaban divididas en tres tipologías, según la cualificación del dueño de las mismas en la empresa: los grandes chalets estaban destinados a los ingenieros y directivos de ENASA, que disponían además de un centro o residencia con piscina y todo tipo de lujos. Los peritos y mandos medios gozaban de casas adosadas con su propio jardín, mientras que los obreros vivían en apartamentos de 3 y 4 habitaciones en los edificios. El alquiler era casi simbólico a cambio de dos condiciones: había que ser un trabajador modélico y tener una respetable familia convencional.
La paz social no duró demasiado. Ya en los 60 los sindicatos empezaron a reclamar mejoras y, aunque se creó un Ateneo cultural dirigido por el Opus Dei para controlar la cosa, pronto fue también ocupado por intelectuales de izquierdas.
El comienzo del fin
En los años 70, conforme el Régimen se iba disolviendo, también lo hizo ENASA. Se ofreció la posibilidad de comprar las viviendas a los trabajadores por un precio algo inferior al de mercado y la empresa se quedó con los espacios comunes, como la piscina, la Residencia de los ingenieros o los locales, aunque el cine, tan importante en el barrio, se dio a la Guardia Civil. Más tarde muchos de estos edificios fueron vendidos a empresas privadas y otros los recuperó el Ayuntamiento.
El abandono del barrio aumentó a partir de la década de los 80 y sobre todo los 90. Por suerte diferentes iniciativas ciudadanas, como el Grupo 77, han conseguido en los últimos años recuperar las zonas verdes, talar los árboles y adecentar las calles.
Estado actual
En 2017, después de más de una década, se volvieron a celebrar las fiestas del barrio (con excepción de este año por culpa de la COVID) y hace un año se inauguró por fin el instituto de educación secundaria Jane Goodall. Aunque ya no está tan aislado como en los 60, Ciudad Pegaso sigue siendo un rincón aparte en el norte de Madrid, un pequeño enclave urbanísticamente muy interesante en el que se estrelló la utopía autárquica del franquismo, que resultaba segura pero también asfixiante.
Agradecemos la colaboración y amabilidad del fotógrafo Alfredo González, que nos ha cedido dos de las imágenes del reportaje, parte de su magnífica serie Ciudad Pegaso que puedes ver aquí.
http://alfredogonzalez.net/projects/ciudadpegaso